Los policías se acercan, mientras
ustedes siguen ocultos detrás del gran arbusto, atentos y en silencio, y
esquivan las preguntas del señor Rosier. Ni siquiera se disponen a auxiliarlo,
alegando que estaban allí por una confusión y que no había nada de qué
preocuparse, pero que tampoco podían quedarse a ayudarlo porque eran
necesitados en la ciudad. Le prometen que le mandarán una grúa y esquivan por
tierra los obstáculos para más adelante retomar la ruta, y comienzan a alejarse
sin más. La señora Rosier se lleva a los chicos a la casa a pie mientras el
padre espera, y a medida que pasan los minutos, los policías se van, la familia
no sospecha nada, y ustedes comienzan a entrar en la cuenta de que quizás todo
sí había salido bien al final. Cuando el señor Rosier decide aguardar dentro
del auto para no quedarse a un lado y de pie en la fresca noche, ustedes creen
que no hay riesgo de que los pueda ver desaparecer desde detrás del arbusto y
acuerdan marcharse.
—No puedo creer que por fin todo
esto ha terminado—dice Germán, mientras Facundo comenzaba a digitar las
coordenadas en el Artefacto para el próximo viaje.
—Yo tampoco, pero bueno. Al fin
podremos regresar a casa, ¿no? —Le contestas. El sentimiento de que algo andaba
mal probablemente era preocupación por el encuentro entre la familia y los
policías, pero como probó pasar como lo esperado, ya nada te inquieta. Crees
que por fin todo esto terminará y una vez decidan qué hacer con el Artefacto,
las cosas volverán a ser como eran y esto solo será una anécdota que con el
tiempo podrá ser graciosa, así que con esa sonrisa imborrable, los corazones
llenos de esperanza y agotados de tanto viaje, adrenalina y peligro, se
preparan para marcharse, se toman del Artefacto y los tres presionan el botón.
Un fogonazo de luz blanca y desde el 1980 avanzan hasta el presente, viajando
más de treinta y dos años al futuro en solo un pestañeo. Pero no los esperaba
un sol radiante de verano, ni una ciudad conocida, ni sus familias en casa,
ni…nada. Lo que ven es algo completamente distinto. El cielo tiene un brillo
verde, como si fuera radioactivo, y está completamente cubierto de nubes negras
y verdosas, haciendo que la ciudad entera pareciera en una penumbra reptil.
¿Dónde están? ¿Es este el lugar correcto, el mundo correcto? Hay muchos más
edificios que antes, y parece una ciudad capital en pleno centro, pero hay
cosas que te recuerdan a tu ciudad. Las calles, los barrios que pueden ver
desde ese callejón en el que se aparecieron. Esta es su ciudad, seguramente,
pero… ¿qué le pasó? Un grupo de gente pasa a su lado vestidos con la misma
ropa, con la mirada en frente, idos completamente, y quienes los guía y vigila
son unos asquerosos y verdes monstruos de aspecto reptil y tenebroso. Al ver
que ustedes visten ropas distintas y traen en sus manos un Artefacto, los
comienzan a correr, pero ustedes salen disparando en dirección contraria. Cada
esquina es igual: grupos de gente en trance, guardias monstruosos a cada lado,
el verde resplandor continuo en el horizonte y esa penumbra y silencio
mortales. Ustedes corren, gritándose preguntas el uno al otro como: ¿Dónde
estamos? ¿Qué es este lugar? ¿Qué pasó aquí? Pero no tienen respuestas. El
miedo los invade mientras corren por sus vidas, perseguidos por cada vez por
más guardias-reptiles, y no pueden entender nada. ¿Es una pesadilla? ¿Es este
mundo el verdadero o es a caso el infierno?