Cuando llegan al lugar donde,
según creen, los van a someter a la entrevista, los dejan solos en un amplio
cuarto. Tras una inspección fugaz con la mirada, se dan cuenta de que hay una
persona más en la habitación, señalándoles dos asientos frente a la mesa en la
que ella estaba sentada. Había solo un objeto sobre la mesa: el Artefacto
Foráneo. El lugar está oscuro, y si no fuera por las ropas que les habían dado,
estarían temblando de frío. Ustedes son capaces de ver las facciones de la
señora cuando estuvieron lo suficientemente cerca. Tenía cara de pocos amigos,
y una expresión que no mostraba afecto ni compasión alguna por ustedes. No era
una mujer joven, y si bien seguramente estaba armada, de todas maneras eran dos
contra una. Tu cerebro instantáneamente se pone a idear una estrategia para
escapar.
—Empiecen ya. Digan todo lo que vieron, todo lo que pasó. Y
si descubro que han mentido en algo, sus familias lo pagarán muy caro,
¿escucharon? —les amenaza ella con tono intimidante, dándole el pie a ustedes
para comenzar a contarle todo lo sucedido con El Artefacto Foráneo. Cuando
llegan a la parte en la que viajaron al futuro, basta con una mirada cómplice
para decirle que probaron usar el aparato, que los transportó afuera de sus
casas, y que luego apretaron algo sin querer y regresaron unos segundos al
pasado, chocándose con ustedes mismos un momento.
—Ahí fue cuando emitieron las señales los dos aparatos— le
mienten—y lo demás es historia. Nos asustamos, nos fuimos cada uno a nuestras
casas, y a la noche llegaron ustedes—concluyen. No saben so será por los
nervios, el miedo, o qué; pero suenan convincentes. Tras una intensa mirada
penetrante de la señora, ella afloja el semblante y se pone de pie lentamente,
revelando el uniforme militar propio de una comandante de alto rango. Ustedes
están preocupados y asustados, pero saben que si van a actuar, el momento sería
pronto. La mujer avanza hasta un archivador en la pared, lo desliza, y deja
entrever una caja fuerte secreta, la cual abre para extraer algo. Cuando se
detiene de nuevo frente a ustedes, en sus manos sostiene con fuerza un libro.
—Ya que me fueron sinceros, debo serles sincera también. Sus
familias en realidad ya no están en esta base, sino que han sido enviadas de
nuevo a sus casas—sentencia, mientras comienza a hojear las cantidades de
notas, fotografías y planos compilados dentro de ese cuaderno. —El Artefacto
Foráneo es capaz de numerosas cosas, según sabrán, o quizás no; y una de ellas
es la de operar sobre la mente de otras personas. Basta una serie de cómputos
para borrar la memoria de otra persona, y eso es lo que hemos hecho con sus
padres. Sé que no lo aparento a la primera impresión, pero en realidad soy una
mujer muy compasiva, por lo que solo borre un par de días de sus mentes.
Seguramente ahora están de nuevo descansando frente a sus casas, creyendo que
ustedes dos están en la casa del otro, jugando como solían hacer. Y podrán
volver a hacerlo, claro, pero una vez que también borremos esos recuerdos de
sus cabezas—les informa, deteniéndose a leer un pasaje del libro, para luego
continuar diciendo: —No fue fácil descifrar todos los secretos de este aparato,
pero varios años de investigación, pruebas y errores han rendido sus frutos.
Está todo acá—comenta al pasar, revelándoles la ubicación de una pieza clave
para su plan. Toda la información que necesitan está en ese libro. ¿Cómo
podrían hacerse con él?